Cuando a media mañana llega la media hora de descanso, GOTZONE se queda sola y es cuando sale la tigresa que lleva dentro.
La Orange visita cada estancia en busca del rastro de sus compañeras como si le fuera la vida en ello, le gusta tocarse los pechos en lugares donde, cuando hay gente, es una jefa implacable.
Me la puedo imaginar rugiendo cual felina oriental escudriñando todos los rincones de la estancia. Cualquiera que la pudiera espiar se quedaría muerta...
Su periplo acaba con las bragas bajadas en su propio despacho donde el sexo y los expedientes más macabros se mezclan de forma natural.
Sí, en el momento de la sesión de fotos la Orange NO ESTABA BORRACHA.
No olvideis dejar vuestros comentarios amigas.
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