Toda la admiración y el cariño que puedo sentir por ti es poco comparado con tu valor y tu solidaridad.
GRACIAS PUNKA por ser como eres.
Ya de vuelta a casa y asumiendo ke una es residente en Mandril, he aqui mi crónika:
Son muchas las emociones, los sentimientos ke me asaltan.
Es muy difícil asumir que las fuerzas del estado (ansin en minúskula) hayan cargado con pelotas de goma contra personas que están en todo su derecho a manifestarse ante todo lo que está ocurriendo en este país.
Es muy duro ver a la gente correr asustada y que la fuerza de tanta gente pacífica sea arrasada por la violencia y el abuso de poder.
Es inaúdito sentir miedo porque un arma militar, pagada por todas y todos, esté intentando acorralarte en las calles de Madrid, anulando tu derecho a gritar, cantar, intercambiar opiniones, juntarte, solo por "sus santos cojones".
Es increible que coloquen "inhibidores de frecuencia" para impedir que nos comuniquemos o bien para avisar que estás bien o para pedir una ambulancia o para organizarnos frente a un dispositivo militar organizado, armado con pistolas, con un dispositivo de comunicación interna, con un helicóptero y con un arsenal de medios propio de un golpe de estado o una situación incontrolable de extrema violencia o una guerra.
Es inasumible ver a un señor de sesenta y tantos con la cabeza abierta en mitad del Paseo del Prado, ver corriendo a tu lado gente mayor asustada, palpar el pánico de personas asustadas que temen por su integridad física.
Es terriblemente real estar lejos de Neptuno, en frente del Reína Sofía, un grupo disperso de cien personas y escuchar disparos de pelotas de goma a tus espaldas mientrás caminas hacia Lavapiés.
La respuesta policial que he visto con mis propios ojos, que he sentido en mis entrañas, que me ha dado un vuelco al corazón y me ha llenado los ojos de lágrimas desde las 21 de la noche, ha sido desmedida, abusiva, fascista, denunciable, extrema, radical.
Lo mejor ha sido estar con mis amigas, mis amigos, la gente que quiero y que me quiere, cuidándonos las unas a los otros, pendientes de estar todas bien, observando a tu alrededor por si alguién necesitaba algo, compartir impresiones, sentimientos, sentir que ni estamos locas ni somos unas pocas y que somos pacíficas, que nuestras armas son nuestras voces, nuestras manos, nuestras acciones de cada día, nuestros corazones, nuestras ideas.
Amigas ha sido una jorada necesaria, brutalmente dura, para reflexionar, sentir, hacer, crecer y seguir construyendo un lugar más justo para todas y todos, seres humanos, especies animales, plantas.
Otro mundo es posible y lucharé porque asi sea con todas mis fuerzas. Ya sea con mis palabras, mis dibujos, mis emociones, mis ideas, mis sonrisas, mis lágrimas, mis abrazos, mis besos, mi trabajo de edukadora o mis takones.
Es muy duro ver a la gente correr asustada y que la fuerza de tanta gente pacífica sea arrasada por la violencia y el abuso de poder.
Es inaúdito sentir miedo porque un arma militar, pagada por todas y todos, esté intentando acorralarte en las calles de Madrid, anulando tu derecho a gritar, cantar, intercambiar opiniones, juntarte, solo por "sus santos cojones".
Es increible que coloquen "inhibidores de frecuencia" para impedir que nos comuniquemos o bien para avisar que estás bien o para pedir una ambulancia o para organizarnos frente a un dispositivo militar organizado, armado con pistolas, con un dispositivo de comunicación interna, con un helicóptero y con un arsenal de medios propio de un golpe de estado o una situación incontrolable de extrema violencia o una guerra.
Es inasumible ver a un señor de sesenta y tantos con la cabeza abierta en mitad del Paseo del Prado, ver corriendo a tu lado gente mayor asustada, palpar el pánico de personas asustadas que temen por su integridad física.
Es terriblemente real estar lejos de Neptuno, en frente del Reína Sofía, un grupo disperso de cien personas y escuchar disparos de pelotas de goma a tus espaldas mientrás caminas hacia Lavapiés.
La respuesta policial que he visto con mis propios ojos, que he sentido en mis entrañas, que me ha dado un vuelco al corazón y me ha llenado los ojos de lágrimas desde las 21 de la noche, ha sido desmedida, abusiva, fascista, denunciable, extrema, radical.
Lo mejor ha sido estar con mis amigas, mis amigos, la gente que quiero y que me quiere, cuidándonos las unas a los otros, pendientes de estar todas bien, observando a tu alrededor por si alguién necesitaba algo, compartir impresiones, sentimientos, sentir que ni estamos locas ni somos unas pocas y que somos pacíficas, que nuestras armas son nuestras voces, nuestras manos, nuestras acciones de cada día, nuestros corazones, nuestras ideas.
Amigas ha sido una jorada necesaria, brutalmente dura, para reflexionar, sentir, hacer, crecer y seguir construyendo un lugar más justo para todas y todos, seres humanos, especies animales, plantas.
Otro mundo es posible y lucharé porque asi sea con todas mis fuerzas. Ya sea con mis palabras, mis dibujos, mis emociones, mis ideas, mis sonrisas, mis lágrimas, mis abrazos, mis besos, mi trabajo de edukadora o mis takones.