Bien es cierto que gracias al Ho´oponopono he sabido canalizar mis enfados y mis decepciones con las personas.
Comprendo los mecanismos de la ira y sé que aportar más ira es avivar un fuego que una tiene que apagar tarde o temprano antes de que acabe perjudicando seriamente tu propia vida.
Las personas que como yo, tenemos un gran sentido de la justicia, nos sentimos frustradas cuando alguien al que has abierto las puertas de tu casa, de tu vida y de tu corazón, de repente sin que tú misma sepas porqué te trata injustamente. El dolor que ello produce es más intenso en nosotr@s, porque al creer en la justicia una piensa que si te portas bien te van a tratar bien.
En ese momento nacen dos sentimientos que parecen enfrentados pero que van de la mano y se acoplan perfectamente, la ira y la culpa.
Una además de sentirse enfadada, genera una sensación de culpa, de que podría haberlo hecho mejor, de que qué tiene una para que esta persona se haya portado así.
Al final te acabas comiendo una tostada que ni tu misma te querías comer mientras la verdadera responsable del conflicto está tan tranquila echando balones fuera.
Realmente lo que haga esa persona ya no es de tu incumbencia pero sí que lo es como gestionas ese enfado. A partir de ahí eres la responsable del sufrimiento que sin quererlo, estás generando.
No me refiero a cosas grabes relacionadas con asesinatos o violaciones, imagino que esas cosas tienen que llevar su tiempo y que si hay alguien que haya conseguido perdonar algo así se merece todos los monumentos del mundo.
Me refiero a cosas menos graves como rencores, críticas, insultos o cualquier otra artimaña que algunas personas utilizan para intentar joder la vida a l@s demás.
He estado pasando unos meses más calmada eso es verdad, pero sin comprender el porqué, pensando que esos tipos de personas era malas y punto y de que yo me tenía que alejar como si fueran la peste.
Pero este fin de semana he tenido una revelación que me ha ayudado mucho.
Hay personas que no saben gestionar sus enfados con la gente que tiene cerca.
En las relaciones hay una parte positiva que hace que esas mismas relaciones vayan avanzando, pero también hay una parte negativa, quizás más pequeña, que hace que las relaciones avancen mucho más. Son como pruebas de amistad por ejemplo.
Quién tenga buen@s amig@s sabrá que no siempre las amistades van viento en popa, que tarde o temprano surgen conflictos, que como seres humanos que somos, hay que solucionar.
El poder de la reconciliación es muy potente y hace, paradójicamente, que los lazos que te unen a esa persona se hagan mucho más fuertes.
Hay personas que tienen serios problemas con las relaciones con l@s demás. Gente que convierte esa carencia en conflicto.
Pero lo peor de todo es que es gente que no puede evitarlo.
En psicología esta patología tiene un nombre; "Trastorno Border-line de la personalidad".
El tratamiento es muy complicado porque la medicación no resulta muy efectiva y no hay terapias que funcionen al 100% en todos los casos.
Se genera en la infancia y tiene que ver con las relaciones con tus padres.
Todos los tratamientos realmente acaban mejorando la calidad de vida de los pacientes, eso está claro.
Por mi parte saber esto, me ha ayudado a comprender que hay personas con la que he sentido mucho enfado y rencor inútil, de hecho nunca es útil.
Estoy comprendiendo que enfadarte con personas que tienen este trastorno y ni siquiera lo saben, es como enfadarte con alguien que está en silla de ruedas porque no puede andar.
Así que todas mis bendiciones a estas personas, que ojalá consigan solucionar sus conflictos o se pongan al menos manos a la obra en ello.
Mientras tanto, yo seguiré manteniendo las distancias, ya no por rechazo o rencor, si no porque una también tiene que protegerse a sí misma y a l@s suy@s.
Un besazo y espero os haya ayudado en algo.
NAGORE GORE.
Bloguera casual...
Orgullosas del maquillaje de Jeyxi Spaguetti se ha hecho para Las Fellini.
